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AULA VIRTUAL

El rol de la nutrición en las enfermedades inflamatorias intestinales pediátricas

Academia Nutriactive
31/07/2024
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Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), que incluyen la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), se caracterizan por una inflamación crónica del tracto gastrointestinal. Estas enfermedades presentan un comportamiento recurrente y variable, con síntomas que incluyen dolor abdominal, diarrea, sangrado rectal y pérdida de peso. La incidencia de EII ha aumentado significativamente en los países industrializados, tanto en adultos como en niños. Aunque la etiología de la EII es multifactorial, con una interacción compleja entre factores genéticos, ambientales y alteraciones en la flora intestinal, la dieta emerge como un factor clave en su patogénesis y manejo.

Impacto de la dieta en la inflamación intestinal

La dieta desempeña un papel crucial en la inflamación intestinal y, por lo tanto, en el curso de las EII. Los patrones dietéticos modernos, caracterizados por un alto consumo de proteínas animales y grasas, junto con una baja ingesta de frutas, verduras y fibra, se asocian con un mayor riesgo de desarrollar EII. Este fenómeno se atribuye a varios factores, entre los que se incluyen:

  • Ácidos grasos polinsaturados: Un desequilibrio en el consumo de ácidos grasos omega-3 y omega-6 puede contribuir a un estado proinflamatorio. Los ácidos grasos omega-6, como el ácido linoleico, son precursores de eicosanoides proinflamatorios. En contraste, los ácidos grasos omega-3 tienen efectos antiinflamatorios, y un consumo elevado de estos puede contrarrestar los efectos negativos de los ácidos omega-6.
  • Fibra dietética: La ingesta prolongada de fibra dietética, especialmente la derivada de frutas, se asocia con un menor riesgo de desarrollar EC. Sin embargo, los efectos sobre la colitis ulcerosa no son tan claros.
  • Aditivos alimentarios: La dieta occidental también incluye aditivos como emulsionantes, maltodextrinas y carragenanos, que se han relacionado con una mayor permeabilidad intestinal e inflamación.
  • Lactancia materna: La lactancia materna tiene un impacto protector contra el desarrollo de EII. La leche materna es rica en inmunoglobulinas secretoras (sIgA), leucocitos y factores antimicrobianos, que promueven la maduración del sistema inmunológico y la respuesta inmunitaria. La interrupción temprana de la lactancia puede estar asociada con un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes y metabólicas a lo largo de la vida.

Estrategias nutricionales para el manejo de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal

La nutrición no solo desempeña un papel preventivo, sino que también es fundamental en la gestión de la EII. Existen varias estrategias nutricionales que han mostrado eficacia en el manejo de estas enfermedades:

  • Nutrición enteral exclusiva (EEN): La EEN es una intervención dietética altamente respaldada para el tratamiento de la EC, especialmente en niños. Aunque puede ser eficaz en la inducción de la remisión y la curación de la mucosa, su tolerancia puede ser limitada.
  • Dietas de exclusión: Las dietas como la Dieta de Exclusión de la Enfermedad de Crohn (CDED) están ganando aceptación. Estas dietas buscan eliminar ciertos alimentos para reducir la inflamación y prevenir brotes.
  • Intervenciones tempranas: Estrategias nutricionales implementadas temprano pueden mejorar el control de la enfermedad, promover el crecimiento, mejorar la densidad mineral ósea y apoyar el desarrollo puberal adecuado.
  • Deficiencias nutricionales: Los pacientes con EII, especialmente con EC, a menudo presentan malnutrición y deficiencias de nutrientes en el momento del diagnóstico. Abordar estas deficiencias es crucial para la recuperación y el manejo a largo plazo de la enfermedad.

Mantenimiento de la remisión en la EII Pediátrica

En el manejo de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) pediátrica, uno de los objetivos clave es mantener la remisión clínica para prevenir recaídas. Aunque tradicionalmente se han utilizado inmunosupresores y terapias biológicas para este fin, estas opciones presentan riesgos como efectos secundarios y altos costos. Recientemente, se han investigado estrategias nutricionales para el mantenimiento de la remisión. Aunque la Terapia de Exclusión Enteral (EEN) no se recomienda para el mantenimiento prolongado debido a la falta de evidencia y problemas de adherencia, algunos estudios sugieren que los suplementos de Nutrición Enteral Polimérica (PEN) podrían ser útiles para mantener la remisión en pacientes que lograron la remisión con EEN. Sin embargo, no se han observado diferencias significativas entre el uso de PEN combinado con azatioprina y el uso exclusivo de azatioprina.

Desnutrición

La desnutrición es común en pacientes con EII, especialmente en aquellos con enfermedad de Crohn (EC), debido a la anorexia, evitación de alimentos y malabsorción. En los niños con EII, la desnutrición proteico-energética puede ser evidente al diagnóstico, y el estado nutricional fluctúa con el control de la enfermedad. La desnutrición está relacionada con problemas graves como retraso en el crecimiento, anemia y baja estatura en la adultez. Por lo tanto, una evaluación nutricional periódica es crucial, incluyendo el registro de ingesta alimentaria y la evaluación del peso y el crecimiento.

Deficiencia de Micronutrientes

Las deficiencias de micronutrientes son frecuentes en la EII debido a la malabsorción y a una ingesta inadecuada. Las deficiencias más comunes incluyen vitaminas B9 y B12, y minerales como hierro y zinc. La deficiencia de hierro, en particular, es prevalente y puede ser tratada con suplementación oral o intravenosa según la fase de la enfermedad. La vitamina D también es crítica, ya que su deficiencia puede contribuir a la baja densidad mineral ósea, especialmente en pacientes tratados con esteroides. Los pacientes deben ser evaluados y suplementados según sea necesario para prevenir complicaciones asociadas con estas deficiencias.

La relación entre la dieta y las enfermedades inflamatorias intestinales en pediatría es compleja y multifacética. La investigación continúa revelando cómo las prácticas dietéticas pueden influir en el riesgo, la progresión y el manejo de la EII. Las intervenciones dietéticas, que van desde la nutrición enteral exclusiva hasta las dietas de exclusión, son herramientas importantes en la estrategia terapéutica. La implementación de estas estrategias requiere un enfoque individualizado, considerando tanto las necesidades nutricionales específicas como las preferencias del paciente.

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enfermedad inflamatoria intestinal pediátricas
Nutrición
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